Nací en el cine
Pablo Queralt
En una escritura que simula un flujo, un monólogo que transcurre, interrumpido por blancos, a base de ritmos, este libro recorre lo que llamamos cine, la memoria de películas.
AUTOR: Pablo Queralt
NÚMERO DE PÁGINAS: 52 p.
FORMATO: 20 X 14 CM.
AÑO DE EDICIÓN: 2017
ISBN: 978-987-46449-4-7
COLECCIÓN: Astrolabio
Acerca del libro...
En una escritura que simula un flujo, un monólogo que transcurre, interrumpido por blancos, a base de ritmos, este libro recorre lo que llamamos cine, la memoria de películas. Aunque no para contar la historia de un arte, que justamente se remonta a la etimología del término, a la técnica, sino más bien para recordar la educación sentimental de una voz, los comienzos de ese monólogo de admiraciones, impresiones, incitaciones. Se exclama entonces ante la belleza incomparable de rostros detenidos, de perfecciones irrepetibles; se pronuncian odas a grandes filmes, al misterio de un gesto, al escándalo de una innovación brutal.
Silvio Mattoni
Prólogo en el cine
En una escritura que simula un flujo, un monólogo que transcurre, interrumpido por blancos, a base de ritmos, este libro recorre lo que llamamos cine, la memoria de películas. Aunque no para contar la historia de un arte, que justamente se remonta a la etimología del término, a la técnica, sino más bien para recordar la educación sentimental de una voz, los comienzos de ese monólogo de admiraciones, impresiones, incitaciones. Se exclama entonces ante la belleza incomparable de rostros detenidos, de perfecciones irrepetibles; se pronuncian odas a grandes filmes, al misterio de un gesto, al escándalo de una innovación brutal. Pero, ¿por qué escribirles poemas a ciertas películas? Justamente, porque el cine ha desencajado la artesanía estética y la ha volcado para siempre en lo mimético más allá de la mano humana. Por lo tanto, el que escribe no comenta películas, que sería un acto de prosaísmo irredimible, sino que entona una incierta celebración de las afecciones, los afectos implicados en aquellas visiones, a veces infantiles o juveniles. La ley del tiempo vital dice que lo que más impresiona está en los comienzos: “después de aquella vez… nunca habrá otra más hermosa”, pareciera decir.
Así podrían leerse también los nombres propios de actrices, de directores, nombres como el de Romy Schneider, el recuerdo punzante de su rostro melancólico, después de la cual, como todo el mundo sabe, no hubo ni puede haber cara más bella…
Sin embargo, detrás de cierta nostalgia, del tono elegíaco por una vida que nace y se despliega con los tiempos de una historia del cine, hay algo más, precisamente lo escrito. Este libro sigue un ritmo que no es mimético, no describe, puntúa, escande. Por algún motivo, casi la única referencia literaria es otro nombre de mujer: Molly Bloom, cuyo monólogo podría pensarse como la película íntima de un deseo movedizo.
“Hacerse la película”, sería el nombre de esa duermevela verbal indetenible, salvo en el gran sí, en la afirmación del cuerpo y de la vida. Pero el monólogo de Molly, que es Joyce, como el flujo de poemas de Queralt, como las palabras que parecen seguirse en una cabeza aunque nunca se confundan entre sí, no son películas, ilusiones de un movimiento, sino rupturas, lucidez de lo inmóvil, espacio donde al fin pueda vivir un cuerpo y entonces se escriba una vida.
Por un lado, el silencio de Romy Schneider, impenetrable, que paraliza porque se espera un movimiento que ya no es de este mundo; por el otro, el silencio de Molly Bloom, locuaz en la escritura que sigue, sin puntos, hasta el gran sí, puro espacio de este mundo, pero cuyo rostro no podemos siquiera imaginar. Su monólogo es infilmable, el gesto en la pantalla no es escribible, apenas se puede describir. La apuesta imposible del libro que sigue es darle voz, emoción, espacio en página, ritmo de palabras a impresiones imaginarias que se llaman “cine”, en resumen: que oigamos la voz sin puntos de Molly al recordar los ojos abismales de Romy.
Silvio Mattoni
Acerca del autor...
Pablo Queralt es médico y poeta. Es curador de poesía de la Biblioteca de San Isidro, fue colaborador del suplemento cultural del diario El Pregón de Jujuy y el diario Punto Uno de Salta. Publicó los libros de poesía: Cansancio de lo escrito, La flecha de Agustín, Un seductor mañana, Primer paso, Reescritos infinitos, Pueblo de agua, Pájaros en palabras, Crack, Escribí mi nombre, Poema de la nieve, 89 golpes y un whisky, El padre, Late, Pavarotti, Jazz, Perfume animal, Cocineros, Coca, Laleblan, Aves del paraíso, La piscina, Ser y ser visto, Nací en el cine, Ópera, Raros sentidos y Biosfera del amateur. Sus poemas integran la Antología Federal de Poesía, volumen de la Provincia de Buenos Aires y también de la antología 7 poetas de Salta y Bs. As. Fue traducido al catalán y al italiano. En Europa, sus obras La Piscina y Coca fueron publicadas en España por Niña Bonita Cartonera, de Zaragoza, y por editorial Karakartón, de Palma de Mallorca; en Toulouse, Francia, Julieta Cartonera publicó el libro Aves del paraíso. Sus poemas figuran en muchos blogs de la Argentina, España, Chile, Uruguay y en revistas literarias, como El Desaguadero, Vallejo & Co, Círculo de Poesía, El jabalí, La guacha y Prisma de la fundación Jorge Luis Borges (2013).