Como dice Mariana Robles acerca de Kim Addonizio: su poesía abraza la latencia de una interioridad que asume la disrupción irremediable de la continuidad. Algo está dañado desde siempre, roto en el principio de los tiempos. Aun así, esa fisura constitutiva es la posibilidad de todo deseo, la única probabilidad de que aquello que insiste se convierta en amor y poesía.