Prólogo del libro Partes de la escena
Estas Partes de la escena poética de Pablo Queralt se tejen entre el recuerdo y la profecía, en ese lugar inestable donde el pasado tira sus cartas sobre el presente y, más aun, sobre el siempre improbable futuro. La infancia es la escena prístina de donde viene el juego, porque fue cuando y donde descubrimos el mundo y sus elementos, cuando aprendemos que nunca desvelaremos el misterio que envuelve lo esencial de nuestra vida. Por eso las y los Partes siguientes serán su extensa escritura, retomada en cada frase, cada poema, cada texto. Toda la obra de un auténtico poeta como Queralt está hecha de esas Partes y de esos partes que dejan constancia del enigma. Son fragmento y son informe. El imposible relato del polvo sideral de que fuimos hechos, una playa sobre el Río de la Plata o el albur del amor. En una obra poética cada poemario aporta una pista nueva, de ahí esa especie de humildad que exhibe el título. ¿Y la mención teatral? Es la escena, sí, en partes (y podría ser in partibus) que el poeta nos entrega. Es íntima y no es sólo autobiográfica, es nuestra, pero nos precede. Es dramática, y este libro bien podría ser presentado en un teatro, o quizás reconstruirse como lenguaje en una película. Y seguirán siendo Partes de poesía, polifónicas, situadas entre lo decible y lo que sólo puede ser adivinado.
Alfredo Fressia